sábado, 2 de octubre de 2010

Fuiste tejida entre piedra y sal
Que por culpa de tu madre el cielo
es negro, porque así se vendió
Por que así moriría

Ojos de hechicera mal hecha
Cuervas de diosa
Miel en las caderas
Azar de conclusiones

De tí salio el edén
El enigma y sus cómplices
Fantasmas y la casa prendida
en fuego que nadie dedica

De tus faldas el aroma a pura mentira
Y de mi música, tu escondida

Fuiste tejida entre piedra y sal
Te juro que nadie con esos labios
sin aroma o con aroma arrebata como
lo que tu eres

No sigas
No te arrastres por el piso
No eres culebra todavía
Aún la noche no despierta
Y ante mi una cueva de oro
cicatrizado

Mi cadena perdida
Tu cuello roto
Entre todo el reguero
Tu mente en desgracia

Si el silencio
Te quemaría
Te quemaras
El infierno tan vacio
se ahogara

Fuiste tejida entre maldad y simpatía
No eres nadie
Eres todo
Eres la sombra detrás del
árbol en mi pintura que aún no se seca.

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